Estudiar es una actividad que requiere muchísima concentración, pero esa concentración no viene únicamente de nuestra mano. Es muy importante preparar el ambiente en el que vamos a estudiar para que podamos librarnos de distracciones innecesarias. Como estudiante, sabrás de sobra lo importante que es conseguir un entorno que te permita concentrarte al máximo, pero muchas veces ese entorno no depende únicamente de nosotros. Si en nuestra casa hay mucho alboroto o encontramos demasiadas distracciones en nuestra habitación, lo mejor que podemos hacer es visitar una biblioteca o encontrar un lugar de silencio que pueda permitirnos concentrarnos sin problema durante el máximo tiempo posible. Ahora bien, si tienes la suerte de poder estudiar en tu propio dormitorio porque vives solo, no hay nadie en casa o no tienes que enfrentarte, en general, a conversaciones o a ruidos lejanos, sabrás también que es muy importante preparar tu escritorio y tu ambiente de estudio lo mejor posible.
Con esto no me refiero únicamente a la eliminación de distracciones. No me cabe duda de que hoy en día resulta muy complicado no tener distracciones a nuestro alrededor, especialmente cuando tenemos que centrarnos en algo que no nos interesa tanto como un videojuego o una serie. El mayor riesgo que puedes encontrar a la hora de estudiar es tener tu ordenador cerca, pero muchas veces lo necesitarás para poder ampliar información, por lo que se trata de un riesgo que tienes que asumir. En este aspecto, es cuestión de voluntad. De todos modos, lo que más puede distraerte o molestarte en estos casos es tener el escritorio lleno de cosas. Si nuestro ambiente de estudio está abarrotado, aunque no nos demos cuenta nos crea una tensión y una incomodidad que afectan negativamente a nuestra concentración, por lo que lo ideal es tener nuestro escritorio lo más despejado posible, contando únicamente con el material de estudio, subrayadores, lápices o bolígrafos, post-its y, si es necesario, el ordenador. Del móvil olvídate.
Por otra parte, es de vital importancia contar con la iluminación adecuada para poder estudiar. Este tema ya no va únicamente en función de la comodidad y la concentración, aunque es cierto que disponer de la luz apropiada puede hacer que te sientas más relajado, y que te concentres mejor en la materia de estudio en tanto que la iluminación se centre en ella. Sin embargo, otro motivo por el cual es muy importante cuidar la luz que escogemos para estudiar es para evitar problemas futuros, como la vista cansada, algo muy recurrente cuando pasamos muchas horas leyendo con luz insuficiente. Si estás intentando preparar el mejor ambiente de trabajo posible, voy a explicarte cuál es la mejor luz para estudiar y por qué, ya que de ese modo podrás saber por qué decantarte a la hora de disponer tu entorno de estudio.
Cómo conseguir la mejor iluminación posible a la hora de estudiar
La luz más apropiada para estudiar es un tipo de luz homogénea que pueda aportarte toda la iluminación que necesites. No es recomendable contar con una iluminación tenue o demasiado direccional que se centre exclusivamente en un punto del escritorio, ya que, aunque no lo parezca, habrá zonas del escritorio que no estén plenamente iluminadas, y la alternancia entre las que sí y las que no deparará en que sufras vista cansada de todos modos. Además de contar con una luz lo más homogénea posible, puedes fijarte en la temperatura. Esto, desde mi punto de vista, va más ligado a los gustos de cada uno, aunque está demostrado que las temperaturas lumínicas frías ayudan a concentrarse mejor, por lo que optar por una luz que no sea tan cálida como la de otras habitaciones hará que tu ambiente de estudio sea mucho más propicio. En tiendas especializadas como LamparaDirecta podrás encontrar lámparas con luces tanto frías como cálidas, e incluso opciones que te permitan variar la temperatura.
Con respecto a la posición de la luz, debes tener en cuenta tu forma de escribir. Si eres diestro, lo mejor será que la luz provenga por encima del hombro izquierdo o por delante de ti, pero siempre desde el lado contrario al que escribes. De lo contrario, tu propio brazo obstaculizará la luz, creando sombras en el papel e impidiéndote tener una buena visión del material de estudio. La mejor luz posible es que la está encima del libro, ya que lo iluminará por completo, así que es recomendable que busques un flexo relativamente alto que pueda iluminar desde arriba y desde un lateral sin comerse la iluminación del lado contrario.
Por último, y esto ya va más en líneas generales, siempre es recomendable utilizar una bombilla LED para iluminar nuestro hogar. Si vas a pasar muchas horas con tu luz encendida, una luz LED puede garantizarte un consumo muy inferior a las bombillas tradicionales, además de ofrecer una luz de mayor calidad. Te saldrá mucho más rentable a la larga, y podrás disfrutar de muchas más horas de iluminación que con otras bombillas.
Espero que estos consejos te hayan ayudado a encontrar la luz más adecuada para tus horas de estudio. ¡Ánimo!