Cuando estás esperando un bebé, quieres estar segura de que su desarrollo durante el embarazo es el correcto. Por esto, es de gran importancia que hagas un control médico desde el momento en que sabes que estás embarazada y así garantizar la salud de tu bebé.
Una de las pruebas más utilizadas para hacer este seguimiento en tiempo real son las ecografías, las cuales se hacen al menos tres veces durante la gestación. Con estas, se puede comprobar si el niño tiene alguna patología genética o malformaciones y ver todo su proceso de desarrollo.
Esta técnica es bastante segura para la madre y el niño, ya que se basa en el uso de ondas sonoras que no afectan la salud del feto. Al hacer tu control prenatal, encontrarás que hay distintos tipos de ecografías, siendo una de las más usadas actualmente la 4D, por lo que es importante que conozcas lo que te ofrece así como el momento justo para realizarla.
¿Para qué sirve una ecografía 4D?
Como ya te hemos comentado, la ecografía es un examen que se emplea rutinariamente para seguir el desarrollo del feto en el embarazo. La más simple es la llamada ecografía 2D, en la cual se obtiene una imagen en blanco y negro y dos dimensiones del bebé dentro del útero.
Con las nuevas tecnologías, se ha logrado mejorar esta imagen hasta llegar a la ecografía 4D, en la que puedes apreciar el movimiento así como los rasgos del bebé en tiempo real. Con este tipo de tecnología es posible hacer una reconstrucción de diversas estructuras fetales como distintas partes del cuerpo y la cara.
Este tipo de evaluación no está incluida en las pruebas rutinarias para hacer seguimiento del embarazo. No obstante, son cada vez más los padres y médicos que optan por utilizarla, ya que te permite conocer a mayor detalle el estado del bebé en ciertas etapas de su desarrollo.
La posibilidad de grabar en tiempo real los movimientos del feto en el útero materno, brinda algunas ventajas, entre las que destacan:
- Hace más sencilla la evaluación cardiovascular del bebé y brinda una mayor seguridad en la detección temprana de cardiopatías congénitas.
- Se puede hacer un seguimiento más exacto del crecimiento del feto y valorar si todas sus estructuras se están desarrollando correctamente.
- Es posible visualizar los gestos y rasgos del bebé en tiempo real, favoreciendo la conexión emocional con los padres.
A pesar de todas sus ventajas, debes recordar que este tipo de examen, no debe sustituir en ningún momento las ecografías 2D de rutina. Estas últimas son la principal herramienta que usa el médico para evaluar el estado de salud de tu bebé, y hacer las recomendaciones de cuidado que debes seguir durante el embarazo.
¿Cuándo se debe realizar una ecografía 4D?
Esta se puede realizar en cualquier momento del embarazo, pero si buscas conocer los rasgos de tu bebé, lo mejor es hacerlo entre la semana 26 y 30 del período de gestación. Toma en cuenta que el feto debe estar de frente y no tener la mano sobre el rostro, a fin de poder hacer la reconstrucción facial completa.
Para que tengas los mejores resultados, se requieren ciertas condiciones que van a favorecer la visualización de tu bebé. Una de estas es que tengas suficiente líquido amniótico, que permitan obtener imágenes nítidas, ya que el ultrasonido se transmite mejor en estas condiciones.
Además, toma en cuenta que si la cantidad de líquido amniótico está disminuida, el feto tenderá a ubicarse hacia las paredes del útero y se tendrá menos acceso a su rostro. Asimismo, conviene ingerir algún alimento rico en glucosa (autorizado por tu médico), para promover el movimiento del bebé y poder captar sus gestos.
Otro inconveniente que dificulta la visualización es la presencia de sustancias grasas sobre el abdomen o si tienes una gruesa capa de tejido adiposo. Por tanto, no te apliques ninguna crema en la zona el día del examen y limpia muy bien la superficie antes de que se tomen las imágenes.
¿En qué semana se puede hacer una ecografía 4D?
Muchos especialistas recomiendan que se realice en la semana 28 del embarazo, ya que los órganos del feto tendrán un buen tamaño. Asimismo, este es el momento en que el líquido amniótico se presenta en buena cantidad y hay una mejor transmisión del ultrasonido.
Por otra parte, a las 28 semanas de gestación el feto ya ha tomado la forma de un recién nacido, por lo que sus rasgos están más definidos. Así, que es un excelente momento para obtener imágenes que te permitan conocer sus facciones y visualizarlo haciendo movimientos dentro de tu útero.
Además, en esta etapa del embarazo es muy conveniente hacer una evaluación completa del estado de desarrollo del bebé. Cuando se efectúa la ecografía 4D, se incluye un análisis morfológico profundo, el cual servirá de complemento a la ecografía 2D que realiza tu obstetra en el segundo trimestre de embarazo.
Si quieres hacerte la ecografía 4D con los profesionales más competentes y poder obtener imágenes muy nítidas del rostro del bebé, te recomiendo acudir a Clínica Parc Central. Aquí cuentan con los equipos más modernos y recibirás un DVD con una grabación de los movimientos del bebé y fotografías de su cara en papel fotográfico de gran calidad.
¿Cuál es la diferencia entre ecografía 4D y 5D?
Si creías que la ecografía 4D era lo último en tecnología, debes saber que muchos centros especializados ya ofrecen la posibilidad de la ecografía 5D. La principal diferencia entre estas dos técnicas es básicamente la calidad y nitidez de las imágenes que se presentan.
Para hacer una ecografía 5D, se utiliza un software profesional que manipula las imágenes que se obtienen del ultrasonido. Así, es posible eliminar ruidos de fondo, reducir las manchas que aparecen y manipular el volumen, logrando un aspecto mucho más realista.
Otra diferencia importante es que con la ecografía 5D es posible lograr una tonalidad de la piel muy similar a la real. Por su parte, en la ecografía 4D, la grabación que se realiza de las imágenes es un poco más artificial y no es posible apreciar el color de la piel.
Asimismo, el programa de manejo de imágenes en la ecografía 5D trabaja las texturas, lo que facilita que visualices la tersura de la piel de tu bebé. La ecografía 4D no logra este efecto, ya que no se manejan de igual manera los tonos de sombra y el aspecto del bebé es ligeramente más artificial.
En ambos tipos de ecografía puedes ver los movimientos del feto, pero en la 5D estos se aprecian mucho más fluidos. Por tanto, la posibilidad de conocer el aspecto real de tu bebé antes de su nacimiento es mucho más exacta al hacer una ecografía 5D en comparación con una 4D.
Desde el punto de vista del seguimiento del crecimiento y adecuado desarrollo del feto, ambas ecografías son complementarias al seguimiento rutinario. Por esto, nunca dejes de hacer las ecografías 2D que recomienda tu médico durante el embarazo.
¿Cuál es la diferencia entre ecografía 4D y 3D?
Antes de entrar a conocer las diferencias entre las dos técnicas, se debe conocer en qué consiste la ecografía 2D. Esta es la principal herramienta que utiliza tu médico para estimar el crecimiento de tu bebé en cuanto a tamaño y peso.
En la misma las imágenes vienen en escala de grises y no se interpretan fácilmente por personas que no son expertas. De hecho, cuando recibes la impresión de una ecografía 2D, solo alcanzas a distinguir algunas sombras de distintos tonos y no es posible hacerte una idea clara del aspecto que tiene el bebé.
Para lograr dar un aspecto más realista de estas imágenes, se desarrolló la técnica de ecografía 3D, que integra una gran cantidad de imágenes obtenidas en 2D. Estas son como una serie de cortes de diversas partes del feto, que luego son integradas en los programas 3D, para agregar profundidad y dar sensación de volumen.
Una de las principales diferencias entre una ecografía 3D y una 4D, es que la primera nos ofrece una imagen estática del bebé. Por su parte, en la ecografía 4D, se capturan muchas imágenes por segundo, lo que permite captar el movimiento del feto.
Esto ocurre ya que los programas usados en la ecografía 3D no son capaces de captar una gran cantidad de imágenes y, por tanto, solo permiten agregar profundidad. En la ecografía 4D, la cuarta dimensión que se agrega es el tiempo al captar gran cantidad de imágenes por segundo, que dan el movimiento.
Tanto la ecografía 3D como 4D son adecuadas para apreciar los rasgos de tu bebé, pero son mucho menos realistas que una 5D. Sin embargo, en todas tienes la posibilidad de tener una visión bastante aproximada de tu bebé, ya sea en una fotografía o un vídeo con movimientos.
Todas estas técnicas son muy seguras, debido a que no se utiliza ningún tipo de radiación que pueda afectar el desarrollo del feto. Así, que si quieres saber cómo será el rostro de tu bebé, la ecografía 4D es una excelente opción, siempre siguiendo las recomendaciones de tu médico.