Durante los últimos años es más que probable que hayas escuchado hablar del concepto de inteligencia emocional, ya que se trata de un concepto clave para comprender el rumbo que ha tomado la psicología en la actualidad.
Así, se ha pasado de un modelo de salud mental que se ha ocupado de los trastornos mentales y de las capacidades de razonamiento del ser humano a otro en el que las emociones se tienen mucho más en cuenta, considerándose como algo intrínsecamente unido a nuestro comportamiento y actividad mental, es decir, nuestra forma de ser.
Así, en la psicología actual se trata de poner énfasis en la autocomprensión de nuestras propias emociones para comprender realmente cómo somos los seres humanos y, sobre todo, para auto conocernos mejor como individuos dentro del mundo que nos rodea, siendo capaces de comprender las emociones de los demás.
Ya que es un concepto tan importante, en este artículo vamos a explicar en profundidad qué es la inteligencia emocional, destacando su importancia y sus componentes. Además, hablaremos de este concepto a través de la experiencia de Elsa Punset, que es uno de los principales referentes de la psicología y la inteligencia emocional en España.
¿Qué es la inteligencia emocional?
La inteligencia emocional es un conjunto de habilidades humanas que nos llevan a entender, usar y gestionar nuestras propias emociones para conocernos a nosotros mismos mucho mejor y también para comprender, interpretar y responder las emociones de los demás.
Un uso correcto de la inteligencia emocional puede ayudar a solucionar muchos problemas, ya que permite reducir el estrés y afrontar desde una perspectiva mucho más amable cualquier situación o conflicto que aparezca ante nosotros. Esto se debe a que nos ayuda a comunicar mucho mejor nuestras emociones, entender las emociones de los demás mientras trabajamos la empatía, nos permiten superar desafíos y cualquier tipo de conflicto interpersonal.
Se entiende que la inteligencia emocional está formada por distintas habilidades que una persona va adquiriendo desde el nacimiento, conforme se va desarrollando como individuo e interactuando con otras personas. Entre estas habilidades más importantes se encuentran las siguientes: la empatía o reconocimiento de las emociones de los demás, la autoconciencia emocional o el reconocimiento de nuestros propios sentimientos y emociones, el autocontrol emocional, las relaciones interpersonales o habilidades sociales y la automotivación.
¿Qué es la inteligencia emocional según Elsa Punset?
Como hemos dicho con anterioridad, Elsa Punset es uno de los mayores referentes que existen en la actualidad en nuestro país en relación con la psicología y la inteligencia emocional, realizando diversas charlas y conferencias que versan en torno a este tema tan importante. Nacida en Londres, se licenció en Filosofía y Letras, realizando posteriormente el Máster en Humanidades en la Universidad de Oxford.
También hizo otros Másteres como el de Periodismo por la Universidad Autónoma de Madrid y el Máster en Educación Secundaria por la Universidad Camilo José Cela de Madrid. Asimismo, ha publicado numerosos libros en los que el pilar fundamental es la inteligencia emocional y dirige el Laboratorio de Aprendizaje Social y Emocional.
Para Elsa, la inteligencia emocional es uno de los motores que han de mover las sociedades del futuro cercano, por lo que se le debería prestar más atención y darle más importancia de lo que actualmente se le da. Por ello, considera que se debería de trabajar a edades tempranas, empezando en la propia escuela, para permitir una vida más plena y en armonía con nuestros propios sentimientos y con los demás.
Por ello, en sus conferencias uno de los dos ejes principales que trata es la propia inteligencia emocional aplicada a la vida cotidiana de manera individual y colectiva, ya que no sólo necesitamos comprender el porqué de nuestras emociones y sus efectos, sino cómo pueden afectar éstas al entorno social en que vivimos.
Esto puede aportarnos las herramientas necesarias que nos ayudan afrontar de una manera más acertada y, en consecuencia, mucho más positiva cualquier contratiempo o enfrentamiento interpersonal, así como de aportar una gran ayuda en la resolución de problemas en el entorno familiar, laboral, estudiantil, etc.
Componentes de la inteligencia emocional
La empatía
Se trata del reconocimiento de las emociones de los demás mediante la correcta interpretación de las señales o signos que los demás expresan de forma inconsciente, lo que incluye muchas señales de comunicación no verbal que se producen sin percatarse. Esto puede ayudarnos a entablar relaciones más fuertes y duraderas con aquellas personas que nos rodean. Por ejemplo, empatizamos cuando notamos que alguien está preocupado por algo aunque no haya nombrado en ningún momento la causa de su preocupación.
La autoconciencia emocional
La autoconciencia emocional es el reconocimiento de nuestros propios sentimientos y emociones y cómo influyen en nosotros mismos, produciendo una reflexión y un trabajo de introspección. Es decir, las emociones pueden afectar a nuestro estado de ánimo y, en consecuencia, a nuestro comportamiento.
Tener una buena autoconciencia emocional nos puede arrojar luz sobre cuáles son nuestros puntos fuertes y débiles, evitando actuar de manera precipitada tanto si estamos enfadados como alegres o tristes. Así que, la próxima vez que escuches que alguien se deja llevar por sus emociones, sabrás que probablemente tiene poca autoconciencia emocional.
El autocontrol emocional
Este punto está muy ligado al anterior y se basa igualmente en reflexionar sobre nuestras emociones. Pero en este caso, se centra en dominar nuestros sentimientos y emociones de manera que gobernemos sobre ellos y no ellos sobre nosotros. De esta manera, evitaremos dejarnos llevar ciegamente por estos impulsos emocionales, ya que sabremos cuáles sentimientos son duraderos y cuáles son pasajeros en cuanto a las relaciones sociales con los demás.
Así, el autocontrol emocional nos ayuda a utilizar mucho mejor el lenguaje para gestionar nuestras emociones, ya que nos permite analizar de una manera racional si un enfado con otra persona tiene razón de ser o las consecuencias que puede tener a corto y largo plazo. Utilizando el autocontrol emocional podemos ser capaces de reorientar nuestras emociones y resolver conflictos de la mejor manera posible.
Las relaciones interpersonales o habilidades sociales
Los humanos somos seres sociales, por lo que mantener una buena relación con aquellas personas que nos rodean en los distintos ámbitos de nuestra vida es imprescindible para construir y mantener nuestra felicidad emocional, aunque también puede ayudarnos a desarrollar nuestra labor en el entorno laboral de la mejor manera posible. Relacionarse con todo el mundo independientemente de si le caemos bien o no, o de si nos da buenas vibraciones o no es una manera sana de mantener las habilidades sociales.
Eso sí, debemos utilizar la inteligencia emocional para saber interponer límites cuando sea necesario, por ejemplo, reaccionar cuando una persona actúe de manera dañina o realice un comentario despectivo sobre nosotros. Así, nos permite analizar las causas de su comportamiento para saber si se debe a alguna razón justificada o si debemos responder en consecuencia.
La automotivación
Se trata de la motivación de uno mismo, enfocándose en objetivos y metas para enfocarnos en la propia meta y no en los obstáculos que vayamos encontrando en el camino hacia nuestro objetivo. De esta manera, podremos afrontar de una manera más positiva cuando surja un imprevisto, dejando atrás la inacción debido al miedo a fracasar. Así pues, es importante tener metas a corto plazo, aunque es más necesario tener un objetivo o un proyecto más ambicioso a largo plazo para mantener una buena motivación personal.
Importancia de la inteligencia emocional
Para terminar, vamos a hablar de la importancia de la inteligencia emocional, ya que es un concepto bastante amplio que, aunque no lo queramos, puede regir nuestra vida de una manera consciente o inconsciente, positiva si somos conscientes de ella o negativa, si desconocemos su relevancia.
Así, la inteligencia emocional es totalmente necesaria para construir relaciones sanas con otras personas y para saber qué personas nos aportan más emocionalmente, priorizando aquellas que nos aportan mejores cosas, aunque sin menospreciar a aquellas que no nos aportan tanto o no son conscientes de su propia inteligencia emocional.
Es necesaria para que los individuos de una sociedad se comprendan mejor a sí mismos a través de sus emociones y sentimientos. De esta manera, la inteligencia emocional es capaz de ayudarte a solucionar y gestionar conflictos que aparezcan en la vida y, por lo tanto, harán de ti una persona más estable y cooperativa en cualquier equipo, ya sea en el entorno familiar, estudiantil o laboral.