¿Realmente funciona la hipnosis para adelgazar?

Si llevas tiempo queriendo adelgazar, es posible que ya hayas probado prácticamente dietas de todo tipo y cualquier método aconsejable, pero si estás leyendo esto es porque tu cuerpo todavía se resiste a lograr los resultados que esperas obtener. Si te encuentras en esta situación, te aconsejamos que leas este artículo en el que te hablaremos del tratamiento con hipnosis para bajar de peso, un remedio completamente alejado de duros planes de entrenamiento y dietas basadas en pasar hambre y que te permitirá moldear tu figura y adelgazar.

En ocasiones, cuando se prueban gran cantidad de métodos y ninguno aporta resultados, se llega a un nivel de ansiedad que empeora exponencialmente la situación. Si todavía estás buscando ese tratamiento que te ayude a perder peso, te recomendamos la hipnosis para adelgazar, una estrategia que surge para ayudar a controlar la ansiedad y los impulsos relacionados con la comida provocados por dicho estrés que se lleva a cabo en adultos que cuentan con unos niveles de tensión, ansiedad y estrés tan elevados que optan por desfogarse con la comida.

Grabar mensajes positivos

Durante las sesiones de hipnosis, los terapeutas te inducirán a un estado de relajación y sugestión y te irán dando pautas y órdenes que te ayudarán a encontrar las bases sobre las que asentar una buena relación con la comida, así como a conocerte a ti mismo para entender por qué y cuándo estás comiendo por ansiedad y a poner barreras para controlar esos impulsos. La hipnosis para adelgazar trata, por tanto, de la grabación de mensajes en tu mente que te colaboren a que te sientas dueño de lo que ingieres.

Este tipo de terapia tiene el principal beneficio de que puede ayudarte a perder unos 12 kilos de media, aproximadamente, en un periodo de entre 3 y 6 meses. Pero lo más importante y, puede ser, la clave de la hipnosis para adelgazar, es que ayuda a los pacientes a gestionar su ansiedad, a vivir sin sensación de culpabilidad por comer y a sustituir el hábito de comer cosas que resultan inconvenientes y poco saludables por alimentos más sanos y beneficiosos para el organismo, es decir, que asientan las bases de unos nuevos hábitos alimenticios.

Eliminar mensajes negativos

Como señalan desde el institutosomosvalencia.es, lo común a todas las personas que buscan el tratamiento de hipnosis para adelgazar por cuestión de ansiedad es el consumo de “antojos” de manera reiterada. Sin embargo, los terapeutas son capaces de plantar ideas en el cerebro de los pacientes y también de eliminar ideas, como es el caso de las imágenes simbólicas de antojos o ansiedad haciendo que, en el momento en el que el paciente adopte un hábito saludable, pueda darse un capricho sin remordimientos, porque la ansiedad por repetir habrá sido eliminada.

Cambios en la forma de verse a uno mismo

Pero no sólo eso, sino que los tratamientos con hipnosis buscan integrar en el paciente, siempre de manera sugestiva, cambios en el pensamiento y en la forma que tiene de verse a sí mismo a través de mensajes positivos que ayuden al paciente a conseguir su objetivo, esto es, el entendimiento de que la comida no les va a hacer libres de la ansiedad, ya que sus problemas seguirán existiendo, aunque se empeñen en anularlos ingiriendo alimentos.

Algunos terapeutas intentan que los pacientes proyecten durante la sesión una imagen mental de ellos mismos con el cuerpo que desean alcanzar o con el que tenían anteriormente, haciendo especialmente hincapié en los hábitos alimenticios que tenían entonces buscando como finalidad devolver al paciente al punto de relajación en el que contaba con dichos hábitos mejores que los actuales.

Hay que destacar que en la hipnosis son muy importantes las imágenes mentales que los terapeutas tratan de lograr en el paciente, en especial porque algunas personas funcionan mejor cuando imaginan el objetivo que desean alcanzar.

Lo mismo sucede que las frases positivas, muy recurrentes en las sesiones de hipnosis para adelgazar. Además, recalcamos la necesidad de que éstas sean en positivo, es decir, es mejor repetirse como mantra “voy a alimentarme bien para adelgazar” que decirse a uno mismo “no quiero estar gordo”, ya que los resultados serán optimizados en el primer ejemplo.