Desde hace milenios la reflexoterapia podal en los países orientales ha dado increíbles resultados, ayudando a mejorar el funcionamiento de cualquier parte del cuerpo según la zona del pie que vayas a masajear. Aparte de esto, es una manera de descargar tensiones, de relajar y de hacer que otra persona se sienta agradecida, descansada y de buen humor. Para aprender las mejores técnicas, nosotros te vamos a contar cómo dar masajes relajantes de pies para que aciertes con los puntos que debes de presionar y masajear.
Aprende a dar masajes en los pies
Estas técnicas se pueden hacer aun sin utilizar ningún producto balsámico como aceites esenciales o lociones, por lo que, cualquier momento es bueno para comenzar a dar un masaje a tu pareja o a esa persona que tanto te importa. En el caso de que quieras darte a ti mismo un masaje, siempre puedes probar con uno de los masajeadores de pies que existen y que harán por ti el mismo efecto revitalizante. Empezaremos frotando la zona superior de uno de los pies con nuestros dedos pulgares. Tienes que ir poco a poco, sin ejercer demasiada presión, para ir calentando sobre todo nuestras manos y los pies de la persona. Debes de subir y bajar por esta zona con los pulgares pegados, aplicando de menos a más la presión.
Intenta que la persona que recibe el masaje esté tumbada, para disfrutar más del mismo, pero a la par, tienes que sentirte cómodo y en buena situación, ya que este es un proceso que debes de realizar con paciencia y si te empieza a doler la espalda porque no tienes buena posición, de nada servirá. Coloca el pie cerca de ti, donde sea más fácil manipularlo. Irás aplicando presión a la zona según veas que la persona aguanta. Tienes que tener presente que deberás ayudar con el cuerpo a la fuerza que realizas, puesto que puedes poner en riesgo la salud de tus dedos al sobrecargarse.
Llega el momento de masajear el arco del pie. Una vez que has aplicado tu técnica en la zona superior, yendo de un lado para otro y cubriendo toda la zona a masajear, toca seguir con el arco, debiendo de aplicar algo de presión, pero no demasiada en la parte inferior del metatarso. Es aquí cuando empezaremos a realizar círculos siguiendo la dirección de las agujas del reloj, pudiendo utilizar un pulgar y después el otro. Esto lo realizaremos varias veces, pero como recordamos, sin ejercer demasiada presión ya que puede doler o molestar bastante. En el caso de la máquina para masajes de pies, debes tener cuidado de no presionar para hacer fuerza, debiendo dejar los pies en el mismo sitio.
Ahora viene una de las partes que más suelen sufrir cuando caminamos o pasamos largos periodos sin sentarnos y que, gracias a los masajes relajantes de pies podemos sentirnos mucho mejores y más descansados, es decir, los talones. Para masajear esta zona tendremos que presionar con nuestros pulgares el tendón de Aquiles, pero siempre con suavidad, dejando que los dedos se vayan desplazando de un lado a otro, sin ser muy toscos para realizar estos movimientos ni tampoco presionando excesivamente, lo ideal es que frotes como si quisieras quitarle el frío de dicha zona. Aquí podremos ayudarnos también del dedo índice para hacer pequeñas prensiones o pinzas con el dedo pulgar y el índice de un lado a otro, notando como la zona se destensa.
Una vez que hemos trabajado toda la planta del pie relajándola y destensándola, tocará el momento de apretar y estirar los dedos de los pies. En estos casos debes moverlos de un lado para otro, pero siempre con suavidad y tranquilidad, ya que un tirón más fuerte, puede hacer que lastimes a la persona que recibe el masaje o simplemente que la sensación no sea la que estaba buscando. Deberás de masajearlos individualmente para luego hacerlo conjuntamente.
Puntos de presión del pie
Una de las mejores formas para llegar a activar los puntos de presión del pie es por medio de un aparato de masajes ya que estas herramientas te ayudan a llegar con más facilidad a dichos puntos tácticos en los que la persona va a sentir una agradable mejoría. En la actualidad existen de muchos tipos, pero siempre es recomendable, des tú el masaje a tu pareja o te lo apliques solo, tener una máquina para masajes de pies, ya que son especialmente diseñadas para este fin que te vamos a describir a continuación.
En el caso de que no tengas un aparato de masajes, podrás usar tu puño en la propia planta del pie, debiendo de realizar más fuerza y consistencia, aguantando con la otra mano por el talón de la persona. La idea es que vayas clavando los nudillos por ciertas zonas de la planta, para ir activando los puntos de presión que liberan las energías de la persona y de los órganos de su cuerpo. Deberás de hacer este proceso con lentitud y determinación, pero jamás dando golpes o con movimientos demasiado rápidos. Lo que tienes que intentar es relajar y mejorar, no lo contrario.
Una de las zonas más olvidadas cuando vamos a dar un masaje son los laterales del pie, por lo que estás zonas también deberás de tratarlas moviendo tus pulgares, tanto por la zona interna como por la externa, siguiendo desde los dedos de los pies hasta el talón y viceversa. Todo esto se debe de realizar con la máxima relajación posible y siempre con tiempo, pudiendo mejorar la experiencia usando algo de aromaterapia tanto en los pies, como en la habitación, con algo de música zen.