Las redes sociales son muy útiles, ya que son capaces de ponernos en contacto con el mundo exterior desde la pantalla de nuestros ordenadores o teléfonos móviles. Cuentan con mucha información, tanto de páginas o grupos que comparten nuestras aficiones, como también para comunicarnos con aquellas personas que no vemos habitualmente, compartiendo imágenes, vídeos y muchos más contenidos. Sin embargo, un uso extremo de las mismas puede provocar una adicción y es un problema que está dándose en todo el mundo. Por este motivo queremos decirte qué es la adicción a las redes sociales y cómo hacerle frente sabiamente.
¿Qué es la adicción a las redes sociales?
Uno de los términos que se pueden utilizar hoy en día para identificar la adicción a las redes sociales y también al teléfono móvil es la de nomofobia. Esta definición recoge la obsesión que tienen algunas personas de estar todo el día mirando la pantalla de sus dispositivos con el fin de ver si tienen una nueva notificación, un mensaje o incluso desean estar informados constantemente de lo que hacen sus amigos o seguidores en las redes sociales. Esto hace que la apreciación de la realidad sea prácticamente nula, ya que lo que se consigue es que la persona no preste atención a nada que no sea lo que aparecen en Facebook, Instagram, Twitter u otras de nuevo auge como puede ser Tik Tok.
Para identificar a una persona que es adicta a las redes sociales, tenemos varias maneras, entre ellas se encuentra el ver sus muros o perfiles, ya que constantemente está interactuando y prácticamente no hay un momento del día en el que no esté con el móvil en la mano publicando su vida o comentando una de las fotos de otra persona. En los últimos modelos de teléfonos móviles, se ha incluido una herramienta que cuenta las horas y minutos que se pasa delante del teléfono. Cuando este tiempo es superior a las 2 o 3 horas, se puede decir que corre un gran riesgo de ser alguien adicto. De la misma manera, si dicha persona no es capaz de salir a dar una vuelta con sus amigos o comer en familia sin tener el teléfono sobre la mesa o cerca suya, es posible que tenga este trastorno y que haya que darle un tratamiento eficaz para evitar que el problema vaya a más.
Cómo hacer frente a la adicción a las redes sociales
El principio de una sanación de esta adicción a las redes sociales y al móvil es admitir y aceptar que se tiene un problema y que está haciendo mella en las relaciones personales que se tienen con los amigos y familiares, puesto que por lo general, estas personas van dejando de lado a sus seres queridos, centrándose en los Me gusta de otras personas que quizás ni conoce en la realidad.
Una vez que se ha aceptado y se quiere mejorar, lo ideal es que se pueda poner unos topes al uso del teléfono. En ocasiones puede ser simplemente el utilizar el móvil un periodo de tiempo menor de lo que se utiliza actualmente, es decir, si la persona afectada usa el teléfono 5 horas al día, que vaya reduciendo a 4 y así paulatinamente a usarlo mucho menos o a unos niveles recomendables o sanos.
Reflexionar sobre el uso de las redes sociales es esencial, ya que a veces entramos dentro de un circulo vicioso y no conseguimos nada de ellas, pero estamos tan enganchados que no nos damos cuenta del tiempo que perdemos. Tienes que ver cuáles son los puntos positivos que sacas cuando estas en las redes sociales y si estos te sirven para prosperar o conseguir unos objetivos que te has marcado en la vida. Es importante que determines qué puedes hacer con el tiempo que tienes libre, ya bien sea dar un paseo, practicar deporte, ver una serie o incluso leer un libro o estudiar algo que siempre te haya gustado pero que siempre has dicho que no sabes de dónde sacar tiempo.
Cuando poco a poco vayas dejando de lado las redes sociales, puedes plantearte el dejar de lado alguna de ellas, para implementar solo una. A veces lo que obtenemos de todas, podemos conseguirla en una sola, por lo que opta por tu mejor opción y si has llegado al último nivel, te invitamos a cerrar tus cuentas y a vivir la vida libre sin necesidad de redes que no te dejen volar.