
Comprar una vivienda es una de las decisiones económicas más importantes que una persona puede tomar.
Para muchos jóvenes, adquirir su primera casa o piso significa enfrentarse a un nuevo mundo de trámites, números y condiciones que pueden parecer complejos. Entre ellos, uno de los más relevantes es la hipoteca.
Si estás pensando en comprar una casa y necesitas financiación, aquí te contamos todo lo que debes saber sobre las hipotecas para jóvenes.
Hipotecas para jóvenes: consejos para pedirlas
Las hipotecas para jóvenes son productos financieros que suelen estar dirigidos a personas menores de 35 o 36 años, según la entidad bancaria. Aunque en muchos casos ofrecen condiciones más favorables, no todas las ofertas son iguales, y es importante tener en cuenta varios aspectos antes de firmar cualquier contrato. A continuación, te dejamos algunos consejos clave:
Evalúa tu situación financiera
Antes de empezar a buscar una hipoteca, analiza tu situación económica. ¿Tienes un trabajo estable? ¿Cuáles son tus ingresos mensuales? ¿Tienes otros préstamos o deudas pendientes? Estas preguntas te ayudarán a entender si estás en condiciones de afrontar una deuda a largo plazo como es una hipoteca. También es recomendable tener un fondo de ahorro previo para los gastos iniciales.
Calcula cuánto puedes permitirte
No se trata solo de que el banco te apruebe la hipoteca, sino de que tú puedas asumir el pago mensual sin dificultades. Los expertos suelen recomendar que la cuota mensual de la hipoteca no supere el 30-35% de tus ingresos netos mensuales. Además, ten en cuenta otros gastos asociados a la vivienda como el IBI, la comunidad, seguros o mantenimiento.
Elige entre tipo fijo o variable
Las hipotecas pueden tener interés fijo, variable o mixto. En una hipoteca fija, pagarás la misma cuota durante toda la vida del préstamo. En una variable, el interés se ajusta periódicamente según un índice de referencia, como el euríbor, lo que hace que la cuota pueda subir o bajar. En un entorno de tipos de interés inestables, es importante valorar cuál opción se ajusta mejor a tu perfil y aversión al riesgo.
Ten en cuenta los gastos asociados
Pedir una hipoteca implica más que pagar la casa. Existen gastos iniciales como la tasación del inmueble, los gastos de notaría, la inscripción en el registro de la propiedad y los impuestos (como el Impuesto de Actos Jurídicos Documentados, que en algunas comunidades puede estar bonificado para jóvenes). También puede haber comisiones por apertura u otros costes ocultos.
Cuenta con un bróker hipotecario
Un bróker hipotecario es un profesional que actúa como intermediario entre tú y las entidades financieras. Su trabajo consiste en buscar la mejor hipoteca según tu perfil y ayudarte a comparar ofertas. Aunque en algunos casos cobran una comisión, muchos brokers solo cobran si consiguen mejores condiciones que las que tú podrías obtener por tu cuenta. Acudir a uno puede ayudarte a ahorrar tiempo y dinero, y a entender mejor todo el proceso.
No olvides la aportación inicial
La mayoría de los bancos financian hasta el 80% del valor de tasación o de compra de la vivienda (el menor de los dos). Eso significa que deberás contar con un 20% del precio de la casa como entrada, más un 10% adicional para gastos. Es decir, si compras una vivienda de 150.000 euros, deberías tener al menos unos 45.000 euros ahorrados.
Pero los más jóvenes suelen tener dificultades para acceder al mercado inmobiliario, precisamente por la carencia de esta aportación inicial. Por eso, existen alternativas como los Préstamos ICO que, tal y como explica el equipo de especialistas de Brokers Finance en https://www.brokersfinance.es/servicios/prestamos-aval-ico, son una ayuda ideal para aquellos menores de 35 años que estén pensando en adquirir una vivienda.
Pros y contras de contratar una hipoteca joven

Contratar una hipoteca siendo joven tiene algunas ventajas, pero también implica ciertos riesgos o desventajas que conviene tener presentes. Aquí te presentamos las principales ventajas:
Mejores condiciones iniciales
Algunas entidades financieras ofrecen condiciones más favorables a los menores de 35 años. Esto puede incluir tipos de interés más bajos, comisiones reducidas o financiación de hasta el 90% del valor de la vivienda. También pueden ofrecer plazos más largos, lo que reduce la cuota mensual.
Mayor capacidad para asumir un préstamo a largo plazo
Si eres joven, tienes más años por delante para devolver el préstamo. Esto permite plazos más extensos (hasta 30 o 40 años), lo que facilita el pago mensual. Además, es probable que tus ingresos aumenten con el tiempo, mejorando tu capacidad de pago.
Posibilidad de acceder a ayudas públicas
Existen ayudas específicas para jóvenes que compran su primera vivienda, tanto a nivel estatal como autonómico. Estas ayudas pueden facilitar la compra, sobre todo si tus ingresos son limitados o si compras en zonas rurales o despobladas.
Construir patrimonio desde joven
Comprar una vivienda es una forma de inversión a largo plazo. Si compras siendo joven, tienes más tiempo para amortizar la inversión y, en el futuro, esa propiedad puede aumentar de valor o servirte como garantía para otros proyectos.
Pero existen también unas desventajas que tienes que conocer:
Inestabilidad laboral y económica
Muchos jóvenes aún no tienen una situación laboral consolidada. Si tus ingresos no son estables, asumir una deuda a largo plazo puede ser arriesgado. Un despido o un cambio de empleo puede poner en peligro tu capacidad para pagar la hipoteca.
Poca capacidad de ahorro
La mayoría de los jóvenes no cuentan con grandes ahorros. Como ya vimos, es necesario disponer de al menos un 30% del valor de la vivienda para cubrir entrada y gastos. Esto puede dificultar el acceso a la compra sin ayuda familiar.
Mayor coste total del préstamo
Cuanto más largo sea el plazo de devolución, más intereses pagarás en total, incluso si las cuotas mensuales son más bajas. Esto significa que, a largo plazo, la vivienda te puede salir mucho más cara que si hubieras esperado a tener mayor capacidad económica.